París,
sueño pantomímico y de gran elegancia
que
algún año pienso visitar.
Tu libertad
me llama
y las
noches fascinantes de tus calles
esperan
que la transite y la recorra con pasos de caminante.
París,
sueño del pasado y del futuro de tantos otros sin rumbo,
y de
otros que en su rumbo hacen todo una travesía como estilo.
En la
que la fragancia de una epopeya historia,
acicates
invasoras para la libertad del alma cautiva muerta en la rutina,
son tus
tierras no tan lejanas un impulso para conocer el mundo.
La
siento cerca cada día como cuando las nubes bajan,
y es que
palabras quedan muertas cuando se escribe y no se cumple.
cuando
se escribe y no se echa uno a andar a un viaje sin pasajes,
o con
pasajes con destino a los caminos no explorados y abundantes.
Para ir
andando, te tendré en mi mente como único acompañante.
Al tomar
el mando de nuestros pasos,
somos
dueños de nosotros mismos.
Bueno
sería construir un nuevo mundo a base de buenos recuerdos.
Con cada
nuevo paso hacer un nuevo universo.
Con
aguja y tela por cada andante con buenas ideas y de buenos deseos.
Sembrar
una semilla en la que no exista el remordimiento,
y que
crezca una planta que acabe con el sufrimiento.
Caminante,
parís, sueños pantomímicos
y de
gran elegancia
te
respiro en cada escrito
te echo
de menos en cada paso
en cada
recorrido de tu inefable camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario